Desaparece con ello la ira que ha venido de la nada.
Contenme un momento con la fuerza de tus brazos e irá mermando aquello que no debe estar ahí.
Perdona si al principio observas un rechazo, pero es una reacción para no mostrarme débil.
Cuando estoy sola soy fuerte, cuando hallo compañía, no soy más que la endeble sombra mía.
Tal vez por ello mi molestia, porque aún no hallo mi fuerza contigo y sólo e visto mi debilidad.